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sábado, 21 de febrero de 2009

Diseño de envases

A la hora de desarrollar un nuevo envase, el diseñador debe estar en contacto directo con la empresa, utilizar la información que ésta proporciona y plegarse a sus recomendaciones y experiencia. En todo momento, debe tener muy presente el producto para el que va a diseñar el envase.
Tiene que valorar:
Aspectos comerciales de la empresa: público al que va dirigido, canales de distribución, antecedentes en la comercialización de productos similares, etc.
Aspectos relacionados con la distribución: tipo de almacenamiento, gestión de almacenes, puntos de destino, transporte utilizado, etc.
Imagen de la compañía.
Aspectos legales.
El diseño de envases tiene una doble faceta: diseño gráfico y diseño estructural.

Diseño gráfico

Envase con atractivo diseño
El diseño gráfico comprende
Diseño de identidad. Marca, logotipo de la compañía y otros elementos distintivos como puede ser el color corporativo, el estilo gráfico utilizado por la empresa, etc.
Diseño emocional. Los colores y las formas también tienen la función de atraer la atención del cliente para lo que hay que desarrollarlas atendiendo a criterios de marketing.
Diseño de la información a contener. El envase refleja gran cantidad de información sobre su contenido, ingredientes, origen, utilidad, instrucciones de uso, etc.

Diseño estructural

Para desarrollar la estructura del envase hay que tener en cuenta:
El producto que va a contener.
Su naturaleza (composición)
Su tamaño y forma
Su peso y densidad
Su fragilidad o resistencia
Su comportamiento ante cambios de humedad, presión, temperatura, etc.
Su forma de presentación: líquido, en polvo, en tabletas, etc.
Riesgos de la distribución. Es ncesario valorar los riesgos a que se va a enfrentar el producto a lo largo del proceso de distribución. Pueden ser de diferente naturaleza:
Impacto vertical. Riesgo de caída desde una altura.
Impacto horizontal. Golpe lateral producido en el proceso de manipulación o transporte.
Compresión. Es importante la resistencia a la compresión vertical necesaria para el apilamiento en almacenes y a lo largo de la cadena logística.
Vibración. Tanto en el momento de la producción como en el proceso de envasado o transporte.
Perforación.
Alta temperatura.
Baja temperatura. Transporte en camiones frigoríficos. Almacenamiento en congeladores.
Baja presión. Por ejemplo, en transporte aéreo.
Incidencia de la luz. Posible variación de las propiedades del producto por efecto de la luz.
Humedad. Humedad en el lugar de almacenamiento o agua procedente de la lluvia, charcos, inundaciones, etc.
Polvo. Por almacenamiento en el exterior o exposición al viento.
Biológicos. Procedentes de bácterias, microorganismos, hongos, insectos, etc.
Contaminación de sustancias o materiales adyacentes al envase o que se encuentran en el entorno.

Envase ergonómico para CDs
Adecuación al canal de distribución. Es importante conocer si el producto va destinado a profesionales o a consumidores finales que van a cogerlo de una estantería. En el segundo caso, el diseñador deberá estar atento a destacar aspectos comerciales del producto y a disponer un amplio frontal que sea su fachada en el punto de venta.
Ergonomía. Es importante procurar la facilidad de manejo del envase. Para ello, habrá que tener muy en cuenta quién va a ser el destinatario final del mismo y valorar:
Tamaño y peso del producto.
Sistema de distribución. Gestión en la cadena logística, inviolabilidad del contenido, etc.
Forma de uso del producto. Influye en la dosificación del mismo, sistema de apertura y cierre.

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